Can Majoral

Vinos Principal

Vinos BUTIBALAUSÍ

 

Los vinos más jóvenes de Can Majoral llevan el nombre de Butibalausí. Son tres vinos (blanco, rosado y tinto) que se elaboran a partir de variedades tradicionales de Mallorca con una aportación de variedades foráneas.

En el Llibre de Repartiment  (Libro de reparto del Reino de Mallorca) aparece la existencia de la alquería Beneiza Alualenci, de tres jovades (a una jovada le corresponden 16 cuarteradas), que correspondió a Bernat de Tortosa, niñero del señor rey.

Los nuevos propietarios cristianos convirtieron este nombre, que ningún sentido tenía, en algo como Ambuualencí que, escribano trás escribano, acabó en un eufónico Butibalausí que, ahora, después de más de siete siglos y medio, se retoma para designar el fruto de la viña que alegra la vida.

 
 

Idris al-Yamân, uno de los pocos poetas musulmanes de nuestras tierras, cantó aquellos versos que traducidos del catalán dicen:

“Eran pesados los vasos cuando a nosotros llegaron
empero al llenarse de vino puro se aligeraron
y a punto de volar con su contenido
de igual manera que los cuerpos se aligeran
con los espíritus” 

 

 


Vinos CAN MAJORAL

 

Son los vinos que llevan el mote familiar, que nos transportan a su origen, la historia y la esencia de aquello que somos, son el fruto de la experimentación con variedades y técnicas de vinificación para conseguir vinos singulares y de gran calidad.

Linea de vinos varietales dentro de una botella tipo borgoña y con la pintura de un artista local como carta de presentación. Vinos de variedades autoctonas con la fragancia varietal inconfundible y su gusto singular. Cada uno de estos vinos tiene una vinificación específica para obtener vinos diferentes pero con un denominador común: la honestidad.

 


Vinos de guarda CAN MAJORAL

 

Son los vinos que llevan el mote familiar, que nos transportan a su origen, la historia y la esencia de aquello que somos, son el fruto de la experimentación con variedades y técnicas de vinificación para conseguir vinos singulares y de gran calidad.

Se caracterizan por ser monovarietales o vinos en los que sólo una variedad es la base, el tronco, con pequeñas aportaciones de otras para conseguir una mayor complejidad. Cada uno de estos vinos tiene una vinificación específica para obtener vinos diferentes pero con un denominador común: la expresividad.

 
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